Mashpi Lodge demuestra cómo la arquitectura puede integrarse perfectamente con la naturaleza, convirtiéndose en una parte intrínseca del entorno en lugar de eclipsarlo. En su diseño, se priorizó la conexión con la selva del Chocó, donde cada elemento arquitectónico fue cuidadosamente concebido para resaltar la belleza del medio ambiente sin competir con el.
Ubicado en una pequeña plataforma previamente utilizada por una maderera, este proyecto se erige en medio de la reserva de 1300 hectáreas. Se ha convertido en un refugio donde la naturaleza es la protagonista, abrazando el paisaje exuberante que ofrece la selva.
El vidrio desempeña un papel crucial en la identidad arquitectónica del hotel. Actúa como un filtro que protege y abriga, pero sin esconder el entorno natural. En lugar de ser un obstáculo visual, el vidrio amplifica los campos de visión, permitiendo que la naturaleza sea la estrella del espectáculo. Adopta una estrategia de mimetización a través de filtros y transparencias. Las habitaciones y áreas comunes se han diseñado para estimular la contemplación y la introspección, fusionándose sin esfuerzo con el entorno.
El diseño horizontal lineal del proyecto se integra armoniosamente con la topografía circundante. Las habitaciones individuales, dispuestas en bloques o cápsulas, buscan su propia identidad y privacidad, mientras que una espina dorsal conecta todas las partes, enfocando la atención hacia los exteriores y creando independencia entre las áreas. La experiencia del Mashpi Lodge se enriquece gracias a la arquitectura, que estimula la contemplación tanto en las habitaciones como en las zonas sociales. El lobby actúa como un espacio vivencial donde se planifican y discuten las diversas actividades del día, generando una transición impactante desde el recorrido por la selva hasta el encuentro con el paisaje abierto que enmarca las dos cordilleras.
El acceso al lodge, tras un recorrido por la selva, se transforma en un evento en sí mismo. Un espacio abierto y elevado sobre pilares de acero resalta las impresionantes vistas de las cordilleras, invitando a los visitantes a atravesar una puerta sólida que gradualmente revela el paisaje.
Mashpi Lodge es mucho más que un hotel ecológico; es una expresión de respeto, integración y admiración por el entorno natural que lo rodea; es una experiencia sensorial que busca sumergir a sus visitantes en la belleza y la grandeza de la naturaleza. Cada aspecto del diseño y la construcción se ha cuidado minuciosamente para crear un espacio donde la presencia humana se entrelazan armoniosamente con el entorno natural, brindando una sensación de conexión y pertenencia a aquellos que lo experimentan. Con una extensión de 1.300 hectáreas y una construcción de 4.200 m2, se erige como un testimonio tangible de la integración armónica entre la arquitectura y la majestuosidad de la naturaleza.